EL JEDI AZUCARADO
Oscar López, además de una persona con diabetes, y miembro del Team One, es un Jedi. Su fuerza nos acompaña al resto de las personas con diabetes que buscamos información, ya que en sus redes sociales comparte todo tipo de conocimiento relacionado con la enfermedad. Si lo queréis conocer un poco más, os dejamos una entrevista.
Nombre y apellidos: Jedi Azucarado. Ah, perdón. Quería decir Òscar López de Briñas Ortega
Edad: 51 años
Edad cuando debutaste en diabetes: 18 años (33 años con diabetes)
Lugar de nacimiento: Bilbao
Lugar de residencia (actual): Bilbao
¿Cómo conociste TEAM ONE?
Realmente lo sigo desde su misma fundación, ya que tengo la suerte de conocer a varios de los creadores; personas que decidieron que querían aportar en la promoción del deporte y en su concienciación entre las personas con diabetes. Ellos me comentaron el proyecto y me pareció muy interesante y de gran ayuda para muchas de las personas, ya que el deporte es un tema bastante desconocido para los médicos de atención primaria y endocrinos, los cuales no saben muchas veces resolver los problemas que plantean los pacientes en este tema.
¿Qué vínculo ves entre las nuevas tecnologías y el deporte?
Las tecnologías (que no nuevas, porque siempre han estado entre nosotros) han sido y son fundamentales para ayudarnos a tener una vida más normalizada y con menos dificultades añadidas. Si las aplicamos al deporte, nos permiten dar el máximo a nivel físico y centrarnos más en la práctica deportiva y menos en todos y cada uno de los detalles de previsión que nos pide la diabetes. Quitando preocupaciones y con la ayuda de tecnología, la vida se normaliza en muchos aspectos. Y entre ellos, el deporte. Poder centrarte únicamente en el deporte durante una sesión o competición y olvidar un poco más la diabetes es clave, ya que esto supone un lastre. Para nosotros esta pequeña desventaja está siendo cada vez menor gracias a la tecnología. El objetivo es estar en igualdad de condiciones con cualquier deportista sin diabetes.
¿Hacia dónde crees que debe evolucionar la investigación y avances para ayudar al deportista con diabetes?
La investigación sigue el mismo curso que ha seguido siempre, entender qué sucede con la diabetes autoinmune, para poder así atajar el problema y ponerle una solución. Se ha hablado mucho de la terapia genética, pero hoy día aún se desconoce bien el porqué de la enfermedad, qué sucede en ese ataque del sistema inmune. Y por tanto no se puede solucionar lo que no se sabe porqué se produce. En cuanto esa incógnita se despeje en la ecuación, empezaremos a conocer buenas noticias al respecto. Pero mientras, es la tecnología la que va a permitirnos en los próximos años un cambio radical en la gestión de la diabetes, permitiendo a las personas con diabetes vivir más tranquilos y no tan pendientes de ella.
Actualmente, lo que más hago es pádel y ciclismo de carretera. Y también sesiones de gimnasio que combinan entrenamiento de fuerza y aeróbico. Por lo demás, intento seguir aprendiendo golf, de vez en cuando algún partido de frontón, algo de caminatas…
Por aquel verano de 1986, yo empezaba en la universidad y practicaba sobre todo frontón y squash.
¿Qué dificultades encontraste cuando apareció la diabetes en tu vida en general?
Sobre todo el tema de la dieta. En una época en la que la insulina era muy ineficaz (empecé con insulina porcina), el control de la glucemia era algo casi imposible. Y por ello se prescribía una dieta estricta que controlara sobre todo la ingesta de hidratos de carbono. Aquellas restricciones tan rigurosas me hacían muy duro el día a día con diabetes. Y sobre todo, era muy frustrante porque tampoco eso te garantizaba resultados.
¿Qué dificultades encontraste respecto a la práctica deportiva?
En aquellos años de inexperiencia y una grandísima falta de formación, mi ignorancia no me condicionaba el deporte mucho más allá de sufrir algunas hipo o hiperglucemias. Sencillamente me faltaba la formación necesaria para gestionar adecuadamente el ejercicio físico en mi vida.
¿Cuántos días y horas practicas deporte?
Por desgracia, mis objetivos no siempre se pueden cumplir con las obligaciones del día a día. Pero mi rutina (que debería cumplir siempre) son unos cuatro días semanales de deporte (entre 8 y 10 horas semanales).
¿Qué opinan tus amigos/as sobre tu diabetes y el deporte?
Nunca me ha dicho nadie nada. Y eso es un éxito, porque indica que nadie se ha dado cuenta de que yo tengo diabetes ni ha interpretado en ningún momento que yo tenga alguna limitación a la hora de practicarlo.
¿Conocen la diabetes y cómo pueden ayudarte?
Cuando juego a algo con amigos, ellos ya saben que tengo diabetes. Pero no en todos los deportes puedo advertir o aleccionar a todo el mundo. Por eso cuando hago deporte siempre llevo puesta una pulsera de identificación con un código QR que permite tener información médica con un acceso fácil con el smartphone ante una eventualidad.
Cuéntanos alguna anécdota relacionada con la diabetes en alguna competición de este último año.
Hace muchos años una amiga me invitó a hacer una sesión de spinning en su gimnasio. Acabé con una hiper de casi cuatrocientos. Por aquel entonces, me faltaba bastante formación como paciente y aquello me asustó tantísimo que no volví a pisar una sala de spinning nunca más. De hecho a día de hoy no he vuelto a hacerlo, aunque hoy tendría mucha más información y herramientas para controlarlo a nivel glucémico. Pero no sé; es una manía que me quedó ahí enquistada. No sé si algún día probaré. A mi edad, es probable que ya no (risas).
¿Qué tal la relación diabetes y trabajo?
Honestamente, nunca he tenido ninguna complicación en este sentido. Y probablemente sea porque mis trabajos han sido siempre más bien estáticos y ante un ordenador. Sin duda, otros trabajos más físicos sí pueden tener más complicaciones y requerir más previsión cuando hablamos de diabetes.
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